lunes, 30 de mayo de 2011

Haciendo el Friki Vol.1 - Echando la vista atrás

Antes de comenzar a escribir esta entrada quiero comentar dos cosillas:

1.- Esta entrada es fruto de la nostalgia y el frikismo que a uno le domina gran parte del tiempo. El empujón final me lo ha dado @ageoffamilia, además así no saturo en exceso las TL de twitter y los muros del facebook de los que son capaces de soportarme.

2.- Esta es la segunda entrada del día. Algo inusual y que posiblemente pocas veces repetiré, porque me conozco y funciono demasiadas veces por arrebatos. Espero que os guste (y a los que no les guste, lo entenderé :P).

El pasado 25 de Mayo fue el "Día del Orgullo Friki" y como homenaje a tan importante celebración, contribuí a fomentar el frikismo de los que aguantan mis idas de olla en twitter y facebook publicando el que para mí era el mejor opening (la secuencia audiovisual que aparece al comienzo de series/videojuegos y que sirve de presentación a los personajes que lo protagonizan e incluso nos revelan parte del argumento) de la historia de los videojuegos.

Mi intención con esta entrada es hacer un "Top 10", en el que espero que los interesados participen añadiendo o quitando algunos (me voy a comer los mocos xD). Comencemos...

10 Tekken 2 - Sony Playstation (1996)



09 Sonic CD (EU/JAP Version) - Sega Mega CD (1993)



08 Silent Hill - Sony Playstation (1999)



07 Super Smash Bros. Melee - Nintendo GameCube (2001)



06 Dragon Ball Final Bout - Sony Playstation (1997) (Lo único bueno que tenía el juego xD)



05 Katamari Damacy - Sony Playstation 2 (2004) (comenzamos el Top 5 con uno especialmente friki, la ocasión lo merecía xD)



04 Chrono Cross - Sony Playstation (1999)



03 Kingdom Hearts II - Sony Playstation 2 (2005)



02 Final Fantasy VIII - Sony Playstation (1999)



01 Soul Blade - Sony Playstation (1995)



Ahí tenéis... ¿Qué opináis?

El comienzo del fin

Ha pasado mucho tiempo desde que aquel criajo con gafas enormes de culo de vaso decidió, por razones en su momento desconocidas, que quería ser médico.
Al principio no quería ser sólo un matasanos, quería compaginar sus estudios de medicina con los de derecho. Y lo más curioso es que no había ni abogados ni médicos en la familia, por lo menos en la generación que le precedía. Menos mal que se le quitó la idea de ser además abogado, porque si no puede que hoy ni siquiera estuviera escribiendo estas líneas.

Hoy después de mucho tiempo, demasiado, parece que se acerca lentamente el fin. Ha llovido mucho desde que comencé esta aventura que es estudiar medicina, una aventura que la gran mayoría de los que la emprenden la superan en su primer intento, sufriendo como todos, pero a la primera.
Yo soy de esos que sirve como excepción a la regla. Fueron casi 4 años en la inopia, trabajando de cualquier cosa (comercial, camarero en caterings y diversos locales y diversas iniciativas que no merece la pena citar), desencantado por todo lo que me rodeaba y con la duda de si algún día me vería capaz de retomar el camino que consideraba correcto para por fin cumplir uno de mis sueños.

Tras un verano de profunda reflexión trabajando como un mulo en una bodeguita (por diversas circunstancias y pese a mi inexperiencia, era una pieza indispensable en el local), decidí coger el toro por los cuernos y volver a la facultad pero sin dejar el trabajo, aunque en él duré pocos meses. Era complicado retomar la rutina de estudiar desde el ecuador de una carrera como medicina trabajando una media de 5 horas diarias de lunes a domingo (aunque he de decir que aprobé asignaturas como farmacología general, de lo que me enorgullezco).

Poco a poco conseguí avanzar, más lento de lo que deseé, pero lo conseguí. Eso sí, tenía demasiado lastre del que deshacerme. A mis complejos por volver a una facultad que no sentía como mía, se sumaba la falta de costumbre a la hora de estudiar o seguir horarios de prácticas y clases.

Lo primero lo solventé participando en diversas "agrupaciones" de alumnos, entre las que destacaría el Aula de Cultura y Delegación de Alumnos (en ésta última invertí mucho tiempo y conocí personas que ahora son muy importantes para mí). Lo segundo, ya costó más y aunque quizás nunca he recuperado el ritmo, sí que he conseguido adaptarme a las circunstancias y poco a poco superar diversos escollos.

Es cierto que desde mi regreso han sucedido muchas cosas que han retrasado este final más de lo que quisiera, pero ahora por fin, todo avanza en la dirección correcta y salvo un traspiés inesperado, a finales de año podré decir que soy licenciado en medicina.

Para acabar he de deciros que aunque nunca he dejado de creer en mí y mis capacidades, sí que me ha costado vencer ese sentimiento de haber desperdiciado mucho tiempo y que no iba a ser capaz de terminar nunca, pero también quiero destacar que me alegro de haber perdido esos años porque he conocido gente maravillosa que ha aportado mucho a lo bueno (pero poco) que ahora tengo como persona.


Foto 1: Un servidor de pequeñajo.
Foto 2: Pintando el Aula de Cultura. Ahí podéis ver, entre otros, al archiconocido @emilienko (a la izquierda de un servidor), muy activo también en todas estas tareas.
Foto 3: Yo disfrazado de cirujano :P.