El desarrollo suele ser siempre el mismo: En cuanto dejo de realizar cualquier actividad, ya sea tumbándome/sentándome o simplemente poniendo algo en el ordenador para desconectar, y casi sin darme cuenta, mi mente empieza a recordar. Al principio no es más que un cúmulo de sentimientos que me invaden, sin recordar nada concreto; a raíz de eso, comienzo a verme en tercera persona, como si me hubiera grabado a mí mismo, en diversas situaciones y recuerdo...
...aquel verano en el que me enamoré por primera vez, que pese a ser un amor no correspondido, disfruté tanto de los momentos con esa persona que el supuesto malestar que debía sentir se vió eclipsado por felicidad plena...
...aquel verano en el que accedí a la carrera, que quizás fuera el último momento en el que me sentí orgulloso de mí mismo...
...aquel verano en el que trabajé por primera vez (de verdad y a tiempo completo xD) y que me permitió pasar uno de los mejores agostos que recuerdo, viviendo por primera vez la feria de Almería y conociendo a gente maravillosa...
...aquel verano en el que recorrí toda Andalucía sin saber de un día para otro dónde íbamos y qué íbamos a hacer, teniendo la suerte de disfrutar en cada destino de nuevas experiencias y todas ellas positivas...
...y una vez se organizan todos estos recuerdos, vuelvo en mí y la morriña dura hasta que acaba el día y consigo conciliar el sueño... quizás todo esto ocurra porque me siento cada vez más mayor...
Lo mejor de este proceso es darme cuenta de que cuando caigo en ese estado de evocación, nunca vienen a mi mente momentos negativos, que los ha habido y puede que en mayor número que el resto, lo que hace que me replantee seriamente si de verdad soy una persona tan negativa.
Un abrazo a todos, espero que estéis pasando/hayáis pasado un gran verano
