jueves, 16 de marzo de 2017

[Día 30] Prórroga, primera parte

Buenas noches. Aquí me pilláis acabando la sesión de mañana. Me toca pegarme un madrugón por no haber sido responsable en su momento (y no me refiero a la sesión en sí, que como siempre, también, sino por no tener permiso de automoción propio) así que espero no decir ninguna burrada si me vengo muy arriba. Que me conozco y no está el horno para bollos.

La consulta de hoy ha sido bastante liviana en cuanto a número de pacientes (he de decir que he tenido una ayuda inesperada, y pese a lo cabezón que soy, quiero agradecer al responsable, que no se si me lee, el detalle) y ha permitido dedicar más tiempo a personas que así lo necesitaban. El placer que obtengo cuando esa inversión de tiempo y diálogo tiene un efecto tan, a priori, positivo para el paciente no puedo expresarlo con palabras. Qué bonita es mi especialidad y cuanto me queda por hacer y aprender (sí, me repito más que el ajo, pero me encanta reafirmar esto cada día que pasa).

Mañana, además del madrugón y la sesión, un par de situaciones que puede que resulten conflictivas. Quizás esté adelantando acontecimientos, pero últimamente la intuición no me falla.

Siento (o no, depende del lector :P) ser más breve hoy de lo habitual. En realidad casi por suerte escribo estas líneas para cumplir con mi rutina. Mañana será la última entrada del diario. Tenía planeado hacer algo, como en entradas anteriores, pero por las circunstancias, puede que no lo haga. Me ha cambiado el humor.

Sed buenos.

P.D.: Textos, textos y más textos.



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