viernes, 24 de febrero de 2017

[Día 10] Búcle y ruptura

Buenas noches. "La semana ha acabado". O eso se escucha todos los viernes. Depende de para quien. A mí me pilláis ahora mismo escribiendo estas líneas en una habitación tras terminar 3 talleres muy interesantes de un Curso de Urgencias al que estamos asistiendo.

Hoy estaba muy cansado, vamos, aún lo estoy, por lo que la mañana se ha hecho eterna. De nuevo discusiones en la puerta, revisión de pacientes citados, broncas paternalistas con esperanza de que surtan efecto, fracasos y éxitos terapéuticos... Un día más en realidad, ¿no?.

Por como lo narro, parece que el día a día me está resultando tedioso. Pero nada más lejos de la realidad. Es cierto que hay que asumir que, como en todo trabajo, a veces sientes que estás en un búcle contínuo y que, como dije en una entrada anterior, un mal día lo tiene cualquiera. Pero hoy han pasado cosas importantes que hacen que el día sea distinto a los anteriores (en realidad todos tienen algo, pero solo a veces nos damos cuenta de ello). A saber:

- Haber recibido una llamada de agradecimiento por una actuación exitosa en un momento difícil.

- Poder consolar a una persona en una situación complicada y hacerle saber que si lo necesita ahí estarás para seguir ayudando siempre que se pueda.

- Que te informen que un paciente ha dejado constancia por escrito de lo bien atendido que se ha sentido.

- Comprobar que no te falla tanto la memoria como crees y que des en el clavo con tratamientos en situaciones atípicas.

¡J**er! ¡El día ha sido una maravilla! Ahora para continuar con buen pie (siempre a corto plazo) solo falta hacer cura de sueño, acabar mañana el curso y aprovechar la tarde para terminar un par de tareas pendientes.

Mañana nos leemos. Puede que comience algún día la entrada con "Querido diario..." :P.

P.D.: ¿Donde está la isquemia, aquí o aquí? :P.



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